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Nuestro Cuerpo Mental - Dieta de gestión de contenidos

  • Foto del escritor: William Meza
    William Meza
  • 18 mar 2024
  • 4 Min. de lectura

¡Hola amigos y familiares! Retrocedamos a una época hace unos 16 años cuando mi mundo recibió la llegada de mi hija primogénita, Rowan. Como cualquier padre orgulloso, me aventuré con entusiasmo en el ámbito de las redes sociales, con la esperanza de compartir cada momento precioso con mis seres queridos, cercanos y lejanos. No lo sabía, pero sospechaba que este viaje moldearía mi huella digital y me desafiaría de muchas maneras.



Estableciendo límites:

Desde el principio, hice un pacto conmigo mismo: mi presencia en línea tendría un propósito, no sería peligrosa. Se trataba de crear un refugio para conexiones significativas, no de ahogarnos en el mar interminable del ruido digital. Me propuse crear un espacio donde reinaran la alegría y la autenticidad, manteniéndome alejado de las corrientes caóticas del desplazamiento sin sentido. Decidí en ese momento y le expliqué a mis cinco o diez más cercanos que esta sería una calle de una via donde podría compartir como lo hacen muchos, pero "no involucrarme" en el ir y venir, ya que no podía verlo como sustentable o saludable para mí. .



Navegando por la avalancha de contenido:

Un avance rápido hasta el día de hoy, y el panorama digital ha explotado hasta convertirse en un volcán activo de contenido. Puede ser como una jungla, con sensacionalismo acechando detrás de cada esquina y tendencias virales arrasando como un monzón digital. Ante este diluvio implacable, supe que tenía que tomar el control de mi destino digital ahora más que nunca.

Recuerdo un día en el que esperábamos a que comenzara un programa, un día y una hora determinada, si te lo perdías, orabas para que se volviera a emitir.

Ingrese el concepto de consumo de contenido bajo demanda. En lugar de estar a merced de los caprichos algorítmicos de las plataformas de redes sociales, me convertí en el capitán de mi barco digital, trazando mi rumbo a través de la vasta extensión de contenido en línea. Se trataba de calidad sobre cantidad, intención sobre impulso. Si un tema nos interesa, búscalo, utiliza una fuente confiable y consúmelo a tu tiempo y ritmo.



La paradoja de la información:

Ahora, permítanme compartir con ustedes un par de historias que arrojan luz sobre la importancia de este enfoque consciente del consumo de contenido. Peter Sage compartió en una charla TED cómo cuando le preguntaron cómo saber lo que está pasando en el mundo sin involucrarse en los medios y las noticias, respondió: "todo está sucediendo". Si estás en la jungla en la oscuridad, en medio de la noche y una linterna apunta hacia abajo se revela una serpiente devorando a su presa, pero si la luz apunta hacia arriba un colibrí puede estar tomando su primer vuelo, todo está sucediendo en este momento, ¿a qué apunta nuestra linterna?

Y luego llegó el momento de ajustar cuentas durante una reciente sesión de capacitación en liderazgo que facilité. Un participante me criticó por mis frecuentes/poco frecuentes comentarios autocríticos sobre mi edad, especialmente porque monitorear el diálogo interno era uno de mis poderosos consejos. Lo que compartí y aclaré al darme cuenta es que he llegado a adoptar la edad como una identidad positiva, aceptando el envejecimiento no como una carga, sino como una insignia de honor, un testimonio de la sabiduría y la experiencia que vienen con el paso del tiempo. muy lejos de autocrítica.





Abrazar el crecimiento y la sabiduría:

Con el paso de los años, he llegado a ver el envejecimiento no como un declive, sino como un viaje de crecimiento y autodescubrimiento. Cada año que pasa, me he vuelto más sintonizado con los ritmos de mi propio ser, más discernido sobre el contenido que permito ingresar a mi esfera digital. A medida que pasan los años, veo el florecimiento del conocimiento en sabiduría. Citas como El conocimiento habla, La sabiduría escucha ahora resuenan en mí.



Elegir sabiamente:

Entonces, hablemos de pavo, o mejor dicho, de contenido. En un mundo donde la información abunda y la atención escasa, es crucial ser intencionales con respecto a lo que consumimos. Se trata de buscar fuentes que se alineen con nuestros valores, intereses y aspiraciones, ya sean artículos que inviten a la reflexión, podcasts inspiradores o documentales reveladores.

Pero no se trata sólo de lo que consumimos, sino de cómo lo consumimos. En una cultura de distracción constante, es muy fácil caer en la trampa del desplazamiento sin sentido. Es por eso que he convertido en una prioridad establecer límites en torno a mi consumo digital, dedicando tiempo a una participación significativa y utilizando la tecnología para mejorar, no restar valor, a mi vida diaria.




Conclusión:

Entonces, mientras navegamos por la jungla digital, hagámoslo con propósito e intención. Creemos oasis digitales donde la alegría, la conexión y la autenticidad prosperen, y donde cada interacción nos haga sentir enriquecidos e inspirados. Después de todo, en un mundo de distracciones infinitas, son los momentos de participación consciente los que realmente nutren el alma.

Brindemos por diseñar nuestros destinos digitales, un clic intencional a la vez. ¡Feliz exploración!


Como siempre, aprecio mucho sus comentarios y acciones, aquí es donde y cómo prefiero participar de una manera decidida. Si tiene pensamientos, experiencias o reacciones similares, compártalas conmigo y comente.

 
 
 

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